sábado, 28 de febrero de 2015

~ Eczemas, la cara de la chica nerviosa ~

¿Qué tal lleváis vosotros el estrés? Yo no demasiado bien. Tengo problemas de ansiedad y antecedentes depresivos, por lo que los agobios me afectan más que al común de la sociedad. Una forma en que lo manifiesto, además de con los síntomas típicos de la ansiedad, es con mi cara. Cada vez que estoy estresada, triste, muy preocupada con son fechas próximas a mi periodo, mi cara blanca se convierte en un pequeño mapa de Mordor si lo viésemos por vista aérea y le pasásemos un filtro rojo.





Como podéis ver, la cara se me hincha y me lleno de eczemas y algún que otro granito. Se trata de inflamaciones de la piel más violentas de lo que se aprecia en las fotos porque la luz del móvil siempre saca las caras más blancas de lo que son. Aparecen normalmente por reacciones alérgicas, pero en mi caso es una respuesta hormonal a mi estado mental o momento del período.
Desde diciembre hasta hoy he pasado por unos meses muy estresantes. Han sido tres meses de imprevistos, obligaciones de última hora, cambios de planes y problemas burocráticos y hasta personales, así que sufrí tantos nervios que mi cara se empezó a hinchar y acabó así. Un día me dolía, me picaba y me ardía tanto que tuve que ir de urgencias al hospital.


Tengo la piel extrasensible, no puedo ponerme maquillajes y la mayor parte de las cremas del mercado me van mal, y estoy obligada a llevar una higiene diaria del rostro bastante estricta. Aún así, y tras años viéndome en el endocrino y el dermatólogo, nunca me sacaron un diagnóstico definitivo ni me trataron. Estoy con esto desde mi pubertad, y tengo 25 años. Todos los meses igual, mínimo una vez al mes.
Tras mi visita a urgencias de este mes, han decidido empezar una exploración desde cero para ver qué se pasó por alto en su momento. Espero que esta vez encuentren algo y pueda salir a la calle sin preocuparme de que me dé un momento el sol o de si me he echado los productos apropiados para la temperatura y el viento que hace ese día. Si pudiera salir a la calle con el mismo cuidado que la gente normal sería magnífico, aunque no tengo muchas esperanzas.
Cuando me empieza a remitir (no me dura menos de una semana), va desapareciendo así:


Finalmente recupero mi rostro blanco otra vez, y no queda ningún rastro de eczemas ni de lo que ha pasado esos días.

Una foto publicada por Davinia Fernández (@valdahla) el

Así que ya sabéis, si algún día me veis por la calle y tengo esta pinta, puede ser por tres cosas: o tengo la regla, o estoy estresada o tengo un problema. Parezco un camaleón, que cambia de color según el humor que tenga.


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